La temperatura en Europa ya ha experimentado un incremento superior a los 2ºC desde la época preindustrial. La subida de los termómetros en el Viejo Con­tinente está siendo muy superior a la media mundial del planeta, que ha sido cifrada entre 1,1ºC y 1,2ºC en este período.

Así lo indica el informe sobre el estado del clima en Europa del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), del Centro Europeo de Previ­siones Meteorológicas a Medio Plazo. Concretamente, la temperatura de Europa ha subido unos 2,2ºC desde la época preindustrial.

Ha superado el objetivo establecido en el Acuerdo de París para evitar un calentamiento mundial.

Sin embargo, no puede decirse que Europa haya incumplido el pacto alcanzado en la capital francesa, puesto que ese tratado fija una meta (contener el calentamiento de 1,5ºC o, en última instancia, de 2ºC) “pero para todo el planeta, y esto incluye tanto a áreas terrestres como a áreas marítimas”, precisa Samantha Burgess, vicedirectora del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.

“De promedio, las áreas terrestres se están calentando mucho más rápido que el océano. Y si Europa se está calentando más rápido es porque su superficie es principalmente terrestre”, añade.

“No es extraño que una región o continente, en este caso Europa, se calienten a ritmos más rápidos que otras zonas del planeta y que, por tanto, su tendencia total acumulada sea mayor que el de otras regiones y distinta a la del conjunto del globo”, señala Manola Brunet, catedrática del departamento de Geografía de la Universitat Rovira i Virgili (URV), presidenta de la Comisión de Climatología de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El Ártico, por ejemplo, se está calentando a un ritmo aún más rápido (unos 3ºC por encima de la era preindustrial).

“Mientras que el Mediterráneo occidental y Europa tienen tendencias más altas, otras regiones, como el sureste de Norteamérica, se calientan menos o no se calientan”, añade Brunet.

Cambios estructurales

El 2021 no se encaramó al podio de los años más calurosos en Europa, ni tampoco en el conjunto del planeta. Pero numerosos indicadores climáticos refrendan una tendencia al calentamiento por encima de oscilaciones anuales.

El informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus subraya que los cambios climáticos se siguen produciendo “a largo plazo”, en contraste con la variabilidad a corto plazo. “La perspectiva a largo plazo muestra que las temperaturas mundiales y europeas han subido significativamente desde la era preindustrial”, concluye.

En el ámbito mundial: Los 7 años más cálidos

A escala mundial, los últimos siete años han sido los más cálidos desde que hay registros (desde 1850 aproximadamente), si bien el año 2021 fue uno de los más frescos de este periodo.

La tendencia a un calentamiento se aprecia tanto en la superficie terrestre como en la superficie marina, destaca el informe. La temperatura media anual mundial en la superficie del mar fue en el 2021 la sexta o séptima más cálida desde 1850.

Ascenso del mar: Subida de 9 centímetros

El nivel del mar a escala mundial continuó en ascenso, y el aumento global desde 1993 es ya de unos nueve centímetros. Los datos hasta finales del 2020 muestran que las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida siguen perdiendo masa (397 y 93 giga toneladas de hielo, respectivamente).

Escala europea: El verano más caluroso

En el 2021 las temperaturas del aire en superficie en Europa solo superaron en unos 0,2°C la media de 1991-2020 –y, por lo tanto, quedaron fuera de los 10 años más cálidos registrados–. Sin embargo, el Viejo Continente vivió el verano más cálido desde que existen registros, con 1,0°C por encima de la media de 1991-2020. Las temperaturas anuales de la superficie del mar en zonas del Báltico y del Mediterráneo fueron las más altas desde al menos 1993. En junio y julio, alcanzaron registros de más de 5°C por encima de la media en algunas zonas del Báltico.

Clima extremo: Récords, inundaciones e incendios

Copernicus relaciona el mayor calentamiento de Europa con la reiteración de fenómenos extremos. Durante la ola de calor del verano, se batieron numerosos récords de temperatura, incluido el récord nacional provisional de España, con 47°C, y el récord europeo provisional, de 48,8°C en Sicilia. Las condiciones de sequedad generalizada propiciaron numerosos y devastadores incendios forestales, especialmente en Italia, Grecia y Turquía. La superficie quemada total a lo largo de julio y agosto en la región mediterránea superó las 800.000 hectáreas. Las graves inundaciones de julio causaron estragos en varias partes de Europa como Bélgica, Alemania y algunos países vecinos.

Ártico: Humos por incendios y una extensión de los por debajo de la media

En comparación con 2020, las temperaturas de la región ártica fueron menos extremas. Los grandes incendios forestales en la Siberia subártica provocaron la propagación de humo por la región ártica. La extensión del hielo marino del Ártico se mantuvo por debajo de la media histórica durante todo el año. Aun así, durante el verano y el otoño, estuvo muy por encima de los mínimos históricos registrados en años anteriores.

Los extremos en Europa

“El 2021 fue un año de extremos, incluido el verano más caluroso de Europa, con olas de calor en el Mediterráneo, inundaciones y sequías de viento en Europa occidental, lo que demuestra que la comprensión del clima y los extremos climáticos se están volviendo cada vez más relevantes para sectores sociales clave. La información climática precisa es más importante que nunca para ayudarnos a tomar decisiones informadas», señala Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

Fuente: La Vanguardia