Los últimos informes de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirman la influencia humana en el clima y cómo los impactos del cambio climático afectan a todas las regiones de la tierra. A pesar de los esfuerzos colectivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las últimas décadas, se hace necesario ir un paso más allá. Numerosas organizaciones comienzan a adoptar objetivos de cero emisiones netas, para lograr una trayectoria global alineada con el Acuerdo de París, para evitar el aumento de la temperatura global superior a 1,5 °C.

En octubre de 2021, la iniciativa Science-Based Targets (SBTi) lanzó el «Estándar Corporativo Net-Zero de SBTi», el primer marco para la fijación de objetivos corporativos Net-Zero en línea con la ciencia del clima. El Estándar presenta una herramienta técnica que proporciona a las empresas la claridad y la confianza de que sus estrategias de descarbonización a corto y largo plazo están alineadas con la ciencia del clima. En su transición hacia el cero neto, se recomienda a las empresas que tomen medidas adicionales para mitigar las emisiones a lo largo de toda su cadena de valor.

“Para lograr los objetivos mundiales se requiere una transformación; desde la forma de generar energía, la forma en la que producimos y transportamos materiales, el transporte de bienes y personas, la forma como producimos alimentos. Cada aspecto de nuestra economía se tiene que transformar” señala Alberto Carrillo, Managing director de SBTi, e invitado especial de la jornada celebrada telemáticamente el pasado 16 de febrero y organizada por la Asociación Española para la Economía Energética (AEEE).

En definitiva, desde SBTi insisten en que, para lograr el Net Zero, la mayor parte de las emisiones que contribuyen a generar el gas de efecto invernadero tienen que ser transformadas a actividades limpias para 2050.

Los mercados voluntarios de carbono como herramienta en el transición sostenible

Por otro lado, los créditos de carbono adquiridos voluntariamente permiten a las organizaciones y países compensar o neutralizar las emisiones, que financia la puesta en marcha de proyectos de reducción o absorción de gases de efecto invernadero (GEI), con beneficios sociales, ambientales y económicos. Muchas empresas, especialmente en sectores con dificultades para reducir las emisiones directamente, recurren a compensar las emisiones para cumplir con sus objetivos de descarbonización en su camino hacia el cero neto.

Los mercados voluntarios de carbono hacen referencia a todas las transacciones que no son de obligatorio cumplimiento. Aunque existen compromisos para alcanzar la neutralidad climática en 2050, hoy, solo el 20 % de las emisiones globales tienen una señal de precio; bien porque tenga un impuesto al CO₂ o porque estén sujetas a un régimen de comercio de derechos de emisión.

Otra idea fundamental de los mercados voluntarios de carbono es la fragmentación, se destaca que cuando se habla mercados voluntarios de carbono porque hacemos referencia a un conjunto de estándares.

“Aquí la integridad ambiental de todos estos estándares es clave, ya que nuestro objetivo es mitigar nuestra cadena de valor, estamos mandando dinero a un tercero para que con ese dinero reduzca las emisiones o absorba carbono, y todo eso se instrumenta a través de un crédito de carbono donde se tituliza la reducción y se permite comprar y vender,” afirma Iker Larrea, Director de Mercados de Global Factor.

Es complicado estimar cual es el tamaño actual del mercado voluntario de carbono. La referencia principal se basa en las encuestas de Ecosystem Marketplace, las cuales afirman que anualmente se negocian 400 millones de créditos de carbono, además por primera vez en la historia en 2021 se superó la marca de los 1.000 millones de euros.

“El crecimiento es espectacular, pero comparándolo con los mercados obligatorios es pequeño”, indica Larrea.

En cuanto a los precios, España tiene la referencia del precio del carbono en el mercado europeo (EUA), el cual se había triplicado y se encontraba cerca de los 80 € la tonelada, hasta el pasado 1 de marzo que cayó cerca de los 68 € la tonelada. Hasta ahora el precio en el mercado voluntario era residual, por debajo del dólar, pero desde 2021 el precio de los créditos de carbono se ha multiplicado y ha seguido la evolución del mercado de derechos de emisión. Además, las previsiones apuntan a una continuación o intensificación de esta tendencia.

La Asociación Española para la Economía Energética (AEEE), filial española de la Asociación Internacional de la Economía de la Energía, ha organizado este evento online con el objetivo de proporcionar una comprensión del «Estándar Corporativo Net-Zero» creado por la SBTi; y contribuir al diálogo y comprensión sobre los mercados voluntarios de carbono como herramienta a la transición cero emisiones netas.

El SBTi es una Asociación entre Carbon Disclosure Project (CDP), el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que tiene como fin frenar drásticamente el aumento de la temperatura para evitar los impactos catastróficos del cambio climático.

Fuente: Global Factor

Global Factor es un grupo internacional con 18 años de experiencia, especializado en ofrecer soluciones globales, originales e innovadoras en ámbitos de adaptación y mitigación al cambio climático, huella de carbono, sostenibilidad, economía circular, energías renovables, neutralidad climática, o mercados de carbono. Global Factor cuenta con un equipo interdisciplinar con presencia en 8 países, y ha participado en más de 2.100 proyectos para más de 700 clientes públicos y privados, organizaciones internacionales y entidades sin ánimo de lucro en más de 45 países diferentes.