Sobre las renovables en el Sáhara Occidental
En el informe CCPI – Climate Change Performance Index 2022 (CAN- Climate Action Network, GermanWatch, New Climate Institute), hecho público durante la COP26 en Glasgow, aparece el reino de Marruecos en el puesto 8º. Este índice es una valoración global de diversos factores (emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), energía renovable, uso de la energía y política climática) relacionado con la acción climática de distintos países.
Los 10 países que lideran la clasificación son: Dinamarca (4º), Suecia (5º), Noruega (6º), Reino Unido (7º), Marruecos (8º), Chile (9º) e India (10º). Los tres primeros puestos quedan vacíos, pues no hay ningún país que sobresalga.
En cuanto al reino de Marruecos, que figura en la clasificación global en el 8º puesto, podemos ver que en la categoría de GEI aparece en el puesto 12, mientras que en la categoría de energías renovables figura en el puesto 29º; en la categoría de uso de la energía en el puesto 9º y en la categoría de política climática en el 6º. En la síntesis de resultados por países, el CCPI2022 dice: “Marruecos cae un puesto hasta la octava posición, pero se mantiene entre los 10 primeros en el CCPI de este año y entre los países con mejor actuación”.
Como en años anteriores, Marruecos tiene un alto ranking en la mayoría de categorías: emisiones de GEI, uso de energía y política climática. La tendencia de energías renovables del país se valora alta, pero la calificación muy baja en la cuota de energías renovables, en el uso de energía y en los objetivos de 2030 son los responsables de una calificación media global en esta categoría.
Marruecos ha actualizado su Contribución Determinada a Nivel Nacional en 2021. Su objetivo ahora está ligeramente mejorado, pasando del 42% al 45,5% en la reducción de las emisiones de GEI para 2030, lo que le califica como muy alta. El sector energético de Marruecos es intensivo en carbono. Los combustibles fósiles mantienen una parte elevada del suministro de la energía primaria total. Sin embargo, el país tiene un plan de eliminación gradual de la subvención a los combustibles fósiles y ya está reduciendo activamente estas subvenciones. Los expertos del CCPI ven un excelente potencial para producción de energía renovable en Marruecos, dado que actualmente se están realizando muchos proyectos a gran escala en el marco del Plan Solar de Marruecos. El Plan pretende aumentar la potencia de energía solar instalada a partir de fotovoltaica y termosolar hasta el 20% de la potencia instalada para 2030. El Programa Eólico Integrado de Marruecos pretende el mismo objetivo del 20% de toda la capacidad instalada en 2030.
Aparte de los proyectos a nivel de servicios públicos, los expertos indican que también existe una oportunidad para una transición hacia la energía descentralizada. Hay algunas experiencias iniciales con esto: funcionarios marroquíes inauguraron en octubre de 2019 el primer pueblo autónomo de la red en África que funciona totalmente con energía solar. El país se ha marcado el objetivo de producir el 52% de sus necesidades de electricidad con energías renovables para 2030. Combinado con ello, existe el objetivo de Marruecos de reducir el uso de energía un 15% en 2030, mediante la mejora de la eficiencia energética. Los expertos ven progresos en las inversiones en transporte público y en la normativa sectorial de eficiencia energética. Los puntos débiles se expresan en los sectores agrícola y de la construcción, y los expertos piden mejores estrategias a largo plazo y mayor financiación de las acciones climáticas previstas. En política climática internacional, Marruecos es reconocido como líder ambicioso en las negociaciones y muestra un compromiso loable con el Acuerdo de París.
Sin embargo, hay que hacer una evaluación crítica y ética de estos datos, pues hay que tener en cuenta que el reino de Marruecos actúa como una potencia ocupante del territorio del Sahara occidental y muchas de los proyectos previstos de energía renovable, tanto eólica como solar, están previstos hacerse realidad en tierras del Sahara occidental (Western Sahara Resource Watch), territorio que mantiene ilegalmente ocupado desde el año 1976, cuando la potencia colonial (gobernada por el rey Juan Carlos I, nombrado por el dictador Franco, antes de morir el 20 de noviembre de 1975) abandonó vergonzantemente el territorio, a pesar de la resolución de la ONU del año 1966 que urgió a España a descolonizarla, bajo la supervisión de Naciones Unidas, de acuerdo con el derecho de autodeterminación, para hacer realidad la Resolución 1514 (XV) y 1541 (XV) de las NNUU, de 1966, sobre la independencia de los pueblos y los países colonizados.
El 29 de septiembre de 2021, el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que los controvertidos acuerdos comerciales y de pesca de la UE con Marruecos no pueden cubrir el Sáhara Occidental. En su sentencia, el TJUE aclaró varios elementos que serían fundamentales para cualquier gobierno o empresa que desee dedicarse al territorio.
El Tribunal argumentó específicamente que llevar a cabo “consultas con las partes interesadas” de la “población local” en el Sáhara Occidental para definir cómo las operaciones generan “beneficios” estaba lejos de lo que debería haber hecho la UE. Estos elementos no pueden sustituir a la obligación de obtener el consentimiento “libre y genuino” de la gente del territorio, afirmó el Tribunal. El consentimiento debe obtenerse del Polisario, la representación reconocida por la ONU del pueblo del Sáhara Occidental.
Esta es la quinta vez desde 2015 que el Tribunal se pronuncia sobre la práctica de aplicar los acuerdos bilaterales UE-Marruecos en el Sáhara Occidental. Una sentencia de 2016 concluyó que el territorio del Sáhara Occidental es separado y diferente de Marruecos y que, en consecuencia, los acuerdos de la UE con Marruecos no pueden aplicarse en el Sáhara Occidental, salvo que con el consentimiento de la gente del territorio.
Existen numerosas empresas de tecnologías renovables implicadas en proyectos solares y eólicos en los territorios ocupados del Sahara Occidental, tanto europeas (Siemens-Gamesa, Vestas, ENEL Green Energy, Engie), como americanas (Harmattan Energy, GE) y chinas (Goldwind). Nunca ninguna de ellas ha consultado a la población que es gobernada por su legal gobierno del Frente Polisario.
Empieza a ser hora de exigir responsabilidades tanto a los países implicados (los reinos de España y Marruecos), como a las empresas afectadas, por su vulneración de las leyes internacionales y resoluciones de los tribunales de justicia. De ninguna manera las energías renovables deben utilizarse como instrumentos de dominio y ocupación.
Fuente: Energías Renovables