Los países de América Latina, comienzan a dar sus primeros pasos en la floreciente industria global del hidrógeno verde (H2V), con la cual esperan tomar acciones que les permitan llegar a ser carbono – neutrales para mitad de siglo.

Las emisiones del sector energético en América Latina y el Caribe representan 43 % del total. Esto obliga a los países a impulsar un cambio en su matriz energética, de manera de limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 1,5°C, en línea con el Acuerdo de París del 2015.

El marco regulatorio del hidrógeno verde

Para algunos países, el hidrógeno verde es la oportunidad de exportar el combustible, mientras que para otros, lo primordial es utilizarlo para la producción local de productos secundarios; ya sea para el desarrollo de combustibles sintéticos, fertilizantes limpios, electromovilidad y otro sin fin de usos tanto industriales como domésticos.

El Hidrógeno verde puede aportar 24 % de la reducción total de dióxido de carbono del país para mitad de siglo.

Junto con Chile, Colombia es otro de los países de la región que avanza en el desarrollo del hidrógeno. Además de publicar su hoja de ruta para el sector en 2021, el país estableció incentivos tributarios para proyectos de hidrógeno verde y azul (generado con energía fósil pero que contempla la captura de las emisiones), con el objetivo de atraer nuevas inversiones.

Colombia espera reducir 51 % sus emisiones para 2030 y el desarrollo de H2V. Es por eso que el año pasado Colombia aprobó la Ley de Transición Energética en la que se destaca al hidrógeno.

Uruguay, en tanto, incorporó el hidrógeno verde en su Estrategia Climática de Largo Plazo e impulsó una convocatoria para el desarrollo de proyectos pilotos que aún se encuentra en proceso. Aunque se trata de iniciativas enfocadas en aplicaciones domésticas, las autoridades prevén que sirva para recorrer una curva de aprendizaje que ayude a capacitar a los técnicos en el mundo del hidrógeno.

El objetivo de Uruguay es comenzar a producir H2V en 2025, según consta en su hoja de ruta. En ese sentido, el país cuenta con “ventajas comparativas” que le permitirán posicionarse como “proveedor de combustibles alternativos verdes” ante los nuevos mercados, como su ya desarrollado sector de energías renovables. El país genera 98 % de su electricidad de fuentes renovables.

Si bien en 2006 el país aprobó la Ley Nacional de Promoción del Hidrógeno, la misma nunca llegó a reglamentarse.

Los proyectos de hidrógeno en América Latina

América Latina tiene la potencialidad para convertirse en una de las regiones más competitivas del mundo en la producción de H2V para 2030. En ese sentido, si bien tienen diferentes grados de avance, ya existen en el continente unos 13 proyectos operacionales y más de 70 en desarrollo.

Colombia tiene más de 10 proyectos a estudio, y las áreas de aplicación van desde la construcción de un hub de H2V que abastezca la industria siderúrgica, hasta la producción del combustible a partir de excedentes de energías renovables, movilidad y uso industrial.

Uruguay, por su parte, trabaja en el piloto “H2U”, una estrategia que podrá ser aplicada tanto en el transporte pesado como en la producción de amoniaco y fertilizantes verdes.

Argentina, en tanto, ya tiene en funcionamiento una planta de producción de hidrógeno limpio en Comodoro Rivadavia.

Fuente: El País Bolivia