La Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) de Argentina presentó el pasado martes la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno, considerada la hoja de ruta para el sector que es el resultado de un trabajo articulado con las distintas áreas del Gobierno nacional, con la participación de las provincias y actores del sector privado.

A través de este plan, Argentina se propone impulsar el desarrollo de la economía del hidrógeno a través de sus capacidades industriales y tecnológicas. En el encuentro, la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont, dijo que «la transición energética nos abre una oportunidad, pero es necesario torcer el curso natural que limita la participación de los países con abundancia y calidad de recursos al rol de meros exportadores de materias primas».

«Debemos saber aprovechar las capacidades industriales y tecnológicas del país, que son nuestro diferencial competitivo», agregó.

El evento contó con la participación de más de 130 representantes de gobiernos provinciales, cámaras empresarias, organismos gubernamentales de ciencia y tecnología, compañías del sector y universidades.

Argentina tiene como objetivo producir al menos 5 millones de toneladas al año de hidrógeno de bajas emisiones para 2050. Esto se alinea con el compromiso del país de utilizar sus recursos de tierra y energía para impulsar la producción de hidrógeno, con un enfoque tanto en el mercado nacional como en el internacional.

Se espera que el 20 % de la producción se destine al mercado interno para la descarbonización de aplicaciones existentes, como la fabricación de acero, petroquímica y refinación, así como para nuevas aplicaciones, principalmente combustibles sintéticos.

Para lograr estos ambiciosos objetivos, Argentina planea instalar aproximadamente 30 gigavatios (GW) de capacidad de electrólisis y 55 GW de capacidad de energía limpia, si se asume que todo el hidrógeno se producirá mediante sistemas de electrólisis alimentados por energía limpia. Esto representa una inversión significativa en infraestructura energética.

Argentina tiene una ventaja estratégica en la producción de hidrógeno, ya que posee considerables recursos de hidrocarburos y abundantes fuentes de energía renovable.

El informe también señala que el hidrógeno azul es el más competitivo en términos de costo nivelado de hidrógeno (LCOH), seguido por el hidrógeno verde (energía eólica) y el hidrógeno verde (energía solar). Se prevé que los costos disminuyan con el tiempo, lo que lo hace aún más atractivo.

Argentina se une a otros países de América del Sur, como Chile y Brasil, en la búsqueda de oportunidades para exportar hidrógeno. La Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno (ENH) establece la visión a largo plazo de Argentina para liderar en la producción de hidrógeno y contribuir a la reducción global de emisiones.

Además de la estrategia de hidrógeno, Argentina está tomando medidas concretas para fortalecer su infraestructura energética en todo el país.

Fuente: Escenario Mundial