En los últimos años hemos visto como el nivel de concienciación y de urgencia climática se ha incrementado en todas las esferas. No es para menos. El calentamiento global, el aumento de las temperaturas y el incremento de los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes son hechos incuestionables.

En agosto de 2021 conocimos las primeras conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en Inglés), el cual en su sexto informe AR6 corroboraba que los cambios en el clima afectaban de diversas maneras a todas las regiones del planeta. Apuntaba directamente a la actividad humana como responsable del calentamiento global y utilizaba el término “código rojo” para instar a organizaciones y gobiernos a intensificar los esfuerzos para limitar la temperatura del planeta a 1,5° C.

Esta misma semana, el IPCC publicaba un nuevo informe en el que advierte una vez más de las graves consecuencias de la inacción para el ser humano y el planeta. El mensaje es claro, las organizaciones deben comprometerse a establecer objetivos de reducción conforme al Acuerdo de Paris para limitar el calentamiento mundial a 1,5° C y hacer frente a los crecientes riesgos climáticos. Además, estos objetivos deben estar basados en la ciencia para alcanzar las cero emisiones netas en 2050 y evitar así las consecuencias irreversibles a las que alude el IPCC como organismo internacional de referencia.

A finales de octubre de 2021, la iniciativa Science-Based Target (SBTi, por sus siglas en Inglés) publicaba el primer estándar corporativo net-zero que permite a las empresas establecer objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia. Un documento cuyo principal objetivo es proporcionar a las organizaciones un marco de referencia de la acción climática con objetivos a corto y largo plazo alineados con la limitación del calentamiento global a 1,5 ° C.

En su camino hacia el net-zero, las empresas se apoyan en herramientas para reducir sus emisiones como por ejemplo la compensación de emisiones, pero, qué dice el estándar de la iniciativa al respecto.

Aunque la iniciativa declara en el propio estándar que se encuentra en un proceso de eliminación del uso de este término en su documentación, define la compensación como aquellas acciones que las organizaciones toman de forma voluntaria para ayudar a la sociedad a evitar o reducir emisiones por fuera de su cadena de valor. Además, establece que las organizaciones con objetivos corporativos climáticos y con medidas destinadas a la mitigación de emisiones de GEI pueden incluir entre estas la compensación.

En este marco, la iniciativa plantea la compensación como una herramienta opcional y voluntaria de las organizaciones en su camino hacia la neutralidad climática. La compensación consiste por tanto en tomar medidas de financiación o realizar inversiones en proyectos más allá de la cadena de valor. Las compensaciones deben ser comunicadas, puesto que proporcionan beneficios cuantificables para el clima y la sociedad, pero independientemente del inventario anual de GEI de las organizaciones, dado que no se toman como una reducción de emisiones. Ejemplos claros serían proyectos destinados a la conservación de la naturaleza y los ecosistemas, como las turberas, los bosques de manglares y la preservación de bosques nativos, los proyectos de eficiencia energética o energías renovables y los proyectos orientados a tecnologías de captura directa y almacenamiento de GEI.

Desde Global Factor acompañamos a las organizaciones a implementar las metodologías de SBT, compensar sus emisiones de GEI y a desarrollar la hoja de ruta corporativa para alcanzar el net-zero a 2050.

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Amparo Toledano

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Jose Manuel Correa

jcorrea@globalfactor.com

Fuente: Global Factor

Global Factor es un grupo internacional con 18 años de experiencia, especializado en ofrecer soluciones globales, originales e innovadoras en ámbitos de adaptación y mitigación al cambio climático, huella de carbono, sostenibilidad, economía circular, energías renovables, neutralidad climática, o mercados de carbono. Global Factor cuenta con un equipo interdisciplinar con presencia en 8 países, y ha participado en más de 2.100 proyectos para más de 700 clientes públicos y privados, organizaciones internacionales y entidades sin ánimo de lucro en más de 45 países diferentes.