La consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Teresa Jordà, ha presentó el pasado viernes el nuevo marco estratégico para facilitar la adaptación al cambio climático, que incluye 312 medidas, y que previsiblemente aprobará el Govern esta semana.

La consellera lo ha presentado junto a la directora general de cambio climático, Mireia Boya, desde el Pont del Petroli de Badalona (Barcelona), símbolo icónico de la ciudad destruido parcialmente por el temporal Glòria en 2020.

El plan, bautizado como Estrategia Catalana de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030 (ESCACC30), incorpora dos aspectos que no preveía el marco anterior aprobado por el Govern en 2012, como son la vulnerabilidad social y el componente territorial.

Del total de 312 medidas, el nuevo marco propone 76 para los sistemas naturales, 187 para todos los ámbitos socioeconómicos y 49 para los territorios.

Los sistemas naturales incluidos en la estrategia son la biodiversidad -agua, bosques y silvicultura-, y ecosistemas marinos y pesca.

La estrategia cumple con la ley catalana de cambio climático, que entró en vigor en 2017, que establece las directrices estratégicas de que las políticas públicas deben seguir adaptándose a los impactos de la crisis ambiental y reducir así la vulnerabilidad.

La previsión es que el Govern apruebe la estrategia en la reunión del Consell Executiu de esta semana, lo que obligará a todos los departamentos de la Generalitat a integrar en su planificación y programación sectorial los objetivos de reducción de la vulnerabilidad y las medidas de adaptación de la ESCACC30.

Para potenciar la adaptación en el ámbito económico en el sector primario -agricultura, ganadería, gestión forestal y pesca-, el nuevo marco se alinea con la Estrategia de la Bioeconomía, la Agenda Rural, la Estrategia de Impulso a la economía verde y a la economía circular, la Estrategia marítima, el plan estratégico de ganadería extensiva o el plan de gestión del Distrito de la Cuenca Fluvial de Cataluña.

Jordà ha señalado que la estrategia no es «papel mojado», puesto que gracias al despliegue de la ley de cambio climático, esta dispone de financiación para la ejecución de muchas de las medidas a través del Fondo Climático.

Algunos ejemplos de las líneas abiertas recientemente son los 40 millones de euros en ayudas, anunciados durante la COP27 de cambio climático, para subvencionar actuaciones de los entes locales entre los años 2023 y 2024, que se publicarán próximamente.

Fuente: EFEverde