Madrid acogerá el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. España, como país anfitrión en 2022, ha organizado a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y en colaboración con la Secretaría de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD por sus siglas en inglés), unas jornadas los días 16 y 17 de junio para conmemorar esta fecha clave en la lucha contra este problema global.

El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía busca concienciar sobre estos problemas ambientales así como demostrar que es posible combatirlos con eficacia. España está comprometida en mitigar los efectos derivados de la degradación del suelo, y está ultimando la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación.

Este año esta efeméride se celebra bajo el lema “Superando juntos la sequía” y está centrada en la urgencia de adoptar políticas y medidas a escala local, regional y global para evitar los efectos de la desertificación y la sequía, así como en crear sociedades más resilientes a estos problemas ambientales.

La jornada del Día Mundial, que se celebrará en el museo Reina Sofía el próximo viernes 17, reunirá a expertos y líderes políticos nacionales e internacionales que abordarán, desde una visión política, científica y social, distintas medidas y soluciones para afrontar este desafío de primer orden. El encuentro contará con la participación de António Guterres, secretario general de Naciones Unidas; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; el secretario ejecutivo de la UNCCD, Ibrahim Thiaw; el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius; el presidente de la COP15 de Desertificación y ex ministro de bosques y agua de Costa de Marfil, Alain-Richard Donhawi y la activista climática y fundadora de la iniciativa PaTree, Patricia Kombo.

Asimismo, durante la jornada se celebrará una mesa redonda en torno a casos de éxito a nivel nacional e internacional en mitigación y adaptación a la sequía, así como un panel de alto nivel sobre las políticas de la sequía y sus componentes y el papel de la ciencia sobre los riesgos según los diferentes escenarios de cambio climático.

UN PROBLEMA GLOBAL

La desertificación se define como la degradación de las tierras de zonas secas y tiene importantes impactos económicos, sociales y ambientales, como la pérdida de productividad de la tierra, el aumento de la despoblación en zonas rurales o la pérdida de biodiversidad. Aunque las causas de la desertificación son muy variadas, están principalmente impulsadas por el cambio climático y la explotación insostenible de los recursos naturales.

Entre 1900 y 2019 las sequías afectaron a 2.700 millones de personas en el mundo y causaron 11,7 millones de muertes. Además, las previsiones científicas actuales pronostican que éstas irán en aumento y que podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.

En última instancia, la desertificación implicaría, según las previsiones, el deterioro irreversible y la disponibilidad de los recursos naturales terrestres: suelo, agua y vegetación, lo que limita las oportunidades de desarrollo y las condiciones de vida de las poblaciones afectadas

ESPAÑA, EN RIESGO DE DESERTIFICACIÓN

España no es ajena a esta realidad que afecta a numerosos países del mundo. Tanto las sequías como la desertificación afectan gravemente a España, donde el 74% del territorio es susceptible de ser afectado por la desertificación.

Los climas más áridos de nuestro país, como los que presentan el sureste de la Península y Canarias oriental y, con menor intensidad, el Valle del Ebro y zonas de la Meseta Sur podrían extenderse a otras regiones. Zonas naturales como la Ribera de Navarra, los parajes del Parque Regional del sureste de la Comunidad de Madrid, la isla de Menorca, la Zona de Especial Conservación de El Piélago, o el clima de la microrreserva del Salar de Agramón en Albacete, notarán una subida del 1.5ºC de media y descenso en las precipitaciones de hasta el 14%, de aquí a 2065.

Fuente: MITECO