La inversión en energía solar se disparó un 36 % interanual, hasta 308.000 millones de dólares, y se calcula que en 2022 se habrá instalado 260 gigavatios de nueva capacidad. Por su parte, la inversión en el segundo mayor sector, el eólico, se mantuvo más o menos estable en 175.000 millones de dólares, frenada por la lentitud de los procedimientos para obtener permiso para construir en terrenos y conectarse a la red, especialmente en Europa y Norteamérica.

China representó el 55 % de la inversión mundial en energías renovables, con 164.000 millones de dólares en nuevos parques solares y 109.000 millones en nuevos parques eólicos. Estados Unidos fue el siguiente mercado en importancia, con casi 50.000 millones de dólares. Los países de la Unión Europea invirtieron sólo 39.000 millones de dólares, un 10 % menos que en 2021, a pesar del fuerte aumento de la energía solar.

Aunque estas cifras de inversión son las más altas de la historia, se quedan cortas para estar en la senda de las emisiones mundiales netas de carbono cero en 2050.

La inversión anual en energía renovable, transporte y calefacción electrificados, almacenamiento de energía y otras tecnologías alcanzó los 1,1 billones de dólares.

Fuente: El periódico de la energía