El Consejo de Gobierno andaluz ha tomado conocimiento en su reunión de este martes, 2 de mayo, de la elaboración, a través de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, de una guía para prestar apoyo a las entidades locales en la implantación de la economía circular en los diferentes municipios de Andalucía.

Así lo ha dado a conocer el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, en la que ha detallado que la Ley de Economía Circular de Andalucía (LECA), que entró en vigor este pasado lunes, establece como obligatorio que las entidades locales dispongan de un plan local de economía circular aprobado en un plazo máximo de dos años, en el caso de las localidades de más de 5.000 habitantes, y en un máximo de cuatro en las de menos.

Por ello, el Gobierno andaluz ha elaborado esta guía de apoyo para «ayudar a las entidades locales y agilizar el cambio de modelo en la gestión de los residuos, garantizando así el cumplimiento de los objetivos establecidos en la normativa vigente y los compromisos adquiridos en la planificación autonómica».

Esta guía –que podrá descargarse de forma gratuita en la web de la Junta de Andalucía– describe de forma exhaustiva cómo elaborar el plan local en materia de prevención y gestión de residuos para los municipios, para que el seguimiento paso a paso de la misma logre los diferentes objetivos, siempre teniendo en cuenta la diversidad de realidades de las localidades andaluzas, según ha abundado el consejero.

El documento se divide en cuatro grandes apartados, de forma que el primer bloque es de introducción con una aproximación al contexto teórico, marco legal normativo, objetivos y punto de partida competencial en materia de prevención y gestión de residuos en la entidad local.

El segundo es para el diagnóstico, donde se explica cómo realizar un análisis descriptivo pormenorizado de la situación actual en materia de prevención y gestión de residuos mediante la recopilación, interpretación y tratamiento de información cuantitativa y cualitativa, mientras que el tercero es el bloque de planificación, en el que, a partir de las conclusiones extraídas en el diagnóstico y a la luz de la definición de objetivos a alcanzar, las entidades locales podrán elaborar los programas de actuación, concretados en medidas o actuaciones cuantificables mediante indicadores.

Por último, existe un bloque final dedicado a la evaluación, en el que se expone la aplicación de los indicadores para el seguimiento y evaluación del cumplimiento de los objetivos perseguidos por las medidas planteadas.

Los resultados obtenidos de esa aplicación permitirán valorar si las medidas son suficientes o acertadas, si los esfuerzos estaban optimizados, o si faltan recursos, entre otras cuestiones, según ha detallado la Junta, que en la referencia del Consejo de Gobierno ha explicado que completan la guía diferentes anexos con dos tipos de fichas-resumen en las que se profundiza y ejemplifican diversos procedimientos de cálculo y tratamiento de datos, con indicación de fuentes de los mismos y fichas de ejemplos de medidas del programa de prevención, plan de gestión y programa de comunicación-concienciación, siguiendo un formato propuesto.

Fuente: La Vanguardia