Las nuevas instalaciones de electricidad renovable en el mundo aumentarán en más del 30 % en 2023 y representarán 440 gigavatios, lo que significa unas capacidades superiores a las que ya existen en Alemania y España juntas.

En su informe de actualización de las proyecciones para las renovables publicado el pasado jueves, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) contempla un escenario de desarrollo todavía más acelerado en el que se podría llegar a los 500 gigavatios este año, lo que supondría un 15 % por encima de su hipótesis de base.

En su escenario de referencia, la palma se la llevarán las energías solares fotovoltaicas, que supondrán un 65 % del total de las nuevas renovables. En 2024, el volumen será un 7 % superior con 310 gigavatios.

Sus expertos calculan que las capacidades de fabricación de placas solares se van a duplicar con creces para 2024, cuando alcanzarán 1.000 gigavatios, sobre todo de la mano de China (que las ha acaparado en los últimos años), pero también de Estados Unidos, India y Europa.

El papel de las renovables

A la vista de esas tendencias, habrá suficientes fábricas de células fotovoltaicas para que el mundo tenga las placas solares necesarias para cumplir en 2030 con el escenario marcado por la propia agencia para llegar en 2050 a la neutralidad de carbono.

Por lo que se refiere a la energía eólica, después de dos años de un crecimiento débil (su volumen se hundió un 21 % en 2022), se espera que las nuevas instalaciones en tierra se disparen un 70 % en 2023, sobre todo por proyectos que se quedaron congelados en China por las restricciones por la covid-19, y por problemas en las cadenas de suministro en Europa y Estados Unidos.

No obstante, los autores del estudio creen que en 2024 se producirá una reducción de alrededor del 4 % en las instalaciones eólicas terrestres porque, aunque la progresión continuará en el gigante asiático, se han registrado menos atribuciones de potencia en las subastas en Alemania y España, así como por los retrasos en la concesión de permisos en Francia y Polonia.

Los parques eólicos marinos van a experimentar un alza del 50 % en 2023, muy alta en términos relativos, insuficiente para volver a los niveles récord de hace dos años.

A diferencia de lo que ocurre con la solar fotovoltaica, la AIE tiene muchas dudas sobre si la fabricación de aerogeneradores será capaz de responder a las necesidades del sector debido al incremento de precios de las materias primas y a la menor rentabilidad de los constructores.

Fuente: El periódico de la energía