La crisis en Europa ha puesto en evidencia no solo la vulnerabilidad en materia de energía del continente, sino también un gran potencial que no se aprovecha en el tratamiento eficiente de residuos. En este sentido, la Comisión Europea afirma que, en 2020, más de 52 millones de toneladas de residuos urbanos fueron a parar a los vertederos generando significativas emisiones de gases metano.

Ante esta situación, los países escandinavos quieren eliminar el impuesto sobre la incineración. Por ejemplo, en Suecia, el gobierno ha presentado una propuesta para eliminar dicha tasa con el fin de crear mejores condiciones para producir más electricidad. Por su parte, Noruega ha pedido eliminar este impuesto aprobado a principios de 2022, que grava unos 20 euros por tonelada de CO2, o unos 10 euros por tonelada de residuos que se incineran.

El potencial energético de los residuos

La conversión en energía de los residuos no reciclables gracias a la valorización implica la generación de energía barata, autóctona, fiable y neutra. España es el país de la UE que más residuos destina a enterramiento en vertedero, cada año más de 11,8 millones de toneladas.

Concretamente, el precio medio de la energía en 2022 ha sido de 232,46 €/MWh, lo que supondría que el valor de mercado de la energía que se desperdicia en en los vertederos sería de aproximadamente 1.808 millones de euros al año.

Considerando que cerca de 12 millones de toneladas van al vertedero, la energía que se podría obtener de estos residuos sería, aproximadamente, 7.800 GWh/año, el equivalente a las necesidades de 2,25 millones de hogares o al consumo de 5,5 millones de personas.

Fuente: Energy News