Marruecos da los primeros pasos en la producción de hidrógeno verde y consolida su compromiso con las energías renovables. Así lo demuestra la instalación del primer sistema de producción de hidrógeno verde en el país.

Este sistema micropiloto tiene el objetivo de producir hidrógeno libre de carbono a partir de un electrolizador y paneles solares fotovoltaicos, así como la producción de otros productos como el amoníaco, metano y combustibles verdes. El proyecto forma parte de un programa sostenible para la producción de combustible sintético y el almacenamiento de energía a largo plazo en Marruecos, configurado para promover la movilidad sostenible en el país.

Con la mejora de las infraestructuras en energías renovables, Marruecos se postula como país potencial para producir hidrógeno verde a bajo costo y satisfacer las demandas energéticas en Europa.

La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) publicaba recientemente un informe por el que se esperaba que Marruecos tenga el tercer costo de producción de hidrógeno verde más bajo en 2050. Un supuesto muy posible por el lugar que ocupa el reino alauí en el ranking de energías renovables en el que se enmarca en el tercer lugar, por detrás de China y Chile.

Y es que las previsiones de IRENA se han visto respaldadas por los planes de Marruecos para aumentar su capacidad no sólo en energías renovables sino también en el suministro de agua potable a través de la desalinización del agua. Algo que ya atrae a la inversión de varias empresas internacionales.

Marruecos, consciente de los desafíos climáticos actuales como la escasez de agua, ya implantó una política de desalinización por la que instaló en 2018 la planta desalinizadora más grande de África. Un empeño que continúa con el compromiso marroquí de desarrollar otras plantas desalinizadoras en Casabanca, Safi y Jorf Lasfar.

Con todo, se espera que para 2050 Marruecos produzca el 80% de su combinación energética a partir de energías renovables y alcance el cero neto en emisiones conforme a la fecha límite acordada internacionalmente. Unas cifras que garantizan el plan marroquí para reducir sus dependencias con combustibles fósiles, caros e importados, y apostar por la energía renovable, más fiable y sostenible.

Fuente: Atalayar