La capacidad instalada eólica y solar de China ha aumentado de forma significativa durante los dos primeros meses del año. Este movimiento hacia la generación de energía limpia responde a los esfuerzos estatales para lograr la neutralidad de carbono, cuya fecha límite está puesta en 2060.

Así, en enero y febrero, la capacidad instalada de energía eólica aumento un 17,5%, alcanzando los 330 GW. Por su parte, la capacidad instalada de energía solar aumentó hasta 320 GW, lo que supone un aumento del 22,7% frente a 2021, según datos oficiales de la Administración Nacional de Energía.

A finales de febrero, la capacidad instalada total de generación de energía en China se situó en 2.390 GW, un aumento del 7,8% interanual.

Liderazgo solar de China

Actualmente, China es el mayor mercado solar del mundo y lo seguirá siendo durante la presente década por un amplio margen. No en vano, el mercado chino representa el 42% de todas las adiciones de capacidad solar mundial hasta 2030.

Según un informe de Fitch Solutions Solar Power Investment Hotspots, la capacidad instalada de energía solar de China aumentará de 253.4GW desde finales de 2020 a 690.3GW en 2030. En su último documento presentado a la ONU, China espera sumar más de 1,2 TW de energías renovables para 2030.

China ya ha anunciado en varias ocasiones su intención de alcanzar un pico máximo de emisiones de CO2 en 2030, fijando la neutralidad en carbono para el año 2060.

La generación de energía solar alcanzará los 771 TWh para 2030, según el informe, y la participación de la energía solar en la generación de energía aumentará del 3,5% al 7,5% durante el mismo período. Las afirmaciones del estudio se ven respaldadas por «una considerable cartera de proyectos solares a escala de servicios públicos, incluidas las instalaciones solares de 5GW y 3GW en Mongolia Interior y Qinghai, respectivamente».

El informe también señala que los precios elevados de la energía, las interrupciones de la cadena de suministro, las crisis energéticas y los aumentos en los costes de las materias primas son los principales riesgos para el futuro solar de China, aunque se espera que el país siga siendo el principal productor a nivel mundial de equipos solares fotovoltaicos durante la próxima década.

Los esfuerzos en descarbonización del país

China ya ha anunciado en varias ocasiones su intención de alcanzar un pico máximo de emisiones de CO2 en 2030, fijando la neutralidad en carbono para el año 2060.

Para ello, el gigante asiático, que es la segunda economía del mundo, aumentará de forma progresiva la participación del consumo de energía no fósil a cerca del 20% en 2025, un 25% en 2030 y alrededor del 80% para 2060.

Fuente: Energy News.