Eficiencia energética: descarbonizar el transporte marítimo

El Clúster Marítimo Español (CME) celebró un nuevo Encuentro con la Mar que, bajo el título de “Eficiencia energética en buques: hacia un transporte marítimo descarbonizado”, reunió a diferentes expertos en la materia que han puesto de manifiesto la importancia de la eficiencia para conseguir los objetivos de la transición energética en el sector marítimo.

Federico Esteve, presidente de honor del CME, explicó que “la eficiencia siempre es importante, en cualquier sector y actividad, pero cuando pretendemos lograr unos objetivos de protección medioambiental, basados en la descarbonización de la economía, mediante una transición energética donde no hay alternativas viables para todas las actividades; la búsqueda constante de la eficiencia energética no es que sea importante, sino que podría ser la base para lograr los objetivos finales”.

Esteve planteó en primer lugar la exigencia del panorama de reducción de emisiones que presenta el futuro inmediato del transporte marítimo: “los cada vez más ambiciosos objetivos medioambientales de los organismos internacionales suponen un importante reto para el sector marítimo en su conjunto”, destacando que pueden suponer un problema porque no se ha tenido en cuenta la falta de combustibles alternativos viables que permitan llevar a cabo esa transición hacia la descarbonización.

No obstante, Esteve aclaró que el sector siempre ha trabajado por la sostenibilidad medioambiental, como demuestran los diferentes grupos de trabajo “como puedan ser el de Cold Ironing, energías marinas o el de combustibles”, y también el específico de eficiencia energética.

Medidas

Teniendo en cuenta la presión que se está ejerciendo sobre la OMI, se prevé que se adopten cuatro ambiciosas medidas para 2023. Así, la primera de ellas, es el establecimiento del EEXI, un índice que valora la eficiencia energética de un buque tal y como ha sido construido, calculándose una única vez en su ciclo de vida.

La segunda medida es el CII, un valor dinámico que trata de limitar las emisiones reales en el periodo de un año. Debe revisarse anualmente y la OMI ha establecido unas limitaciones de reducción de emisiones progresiva. Por otro lado, Unión Europea ha creado el European Climate Law, un instrumento legal para obligar a los estados miembros a cumplir con las normas establecidas en Europa.

Por último, con el objetivo de reducir hasta un 55% las emisiones para el 2030, se encuentra el paquete Fit for 55. Se trata de un paquete de regulaciones que esta actualmente en discusión y negociación.

Sector del transporte marítimo

En lo que atañe directamente al sector del transporte marítimo, el representante de DNV destacó cuatro medidas muy significativas que serán de aplicación en esta carrera por la descarbonización. La primera de ellas es el European Trading Scheme Directive, un sistema de compra venta de derechos de emisión que será de aplicación progresiva en 2023 para el transporte marítimo, con un 20% inicial y un 100% en 2026.

Se contabilizará el 100% de los viajes realizados entre puertos europeos y el 50% si son viajes de entrada o salida a puertos europeos. En este caso, el operador ha de comprar créditos de emisiones en subasta pública que hará la Unión Europea o a otros usuarios. Esos créditos serán especulativos.

Otra medida, será la aplicación a partir de 2025 de Fuel UE Maritime Regulation. Dicha medida establecerá las bases para realizar el tránsito a combustibles bajos en emisiones de carbón. Afectará a los combustibles utilizados a bordo y obligará a reducir la huella de carbono en un 2% en 2025, hasta llegar a un 75% en 2050. Con ello, se pretende agilizar el tránsito hacia nuevos combustibles, haciéndose más difícil el uso de combustibles convencionales.

Ambas medidas cuentan con mecanismos de sanción. En este sentido, la Unión Europea puede poner multas o restringir el acceso a puertos europeos si se producen incumplimientos durante dos años seguidos.

En tercer lugar, se encuentra Alternative Fuel Infrastructure Regulation, una medida que afecta a los estados miembros, obligando a disponer de instalaciones de suministro de LNG y corriente de tierra.

La cuarta, y última medida, es el fin a las exenciones de impuestos a los combustibles fósiles, incluido el LNG. Es de aplicación a viajes entre puertos europeos, pero quedan exentos viajes de salida fuera de Europa.

 

Fuente: Ambientum