El cambio climático podría acabar con los pingüinos de La Antártida

La adaptación es un sistema natural por el cual los animales pueden sobrevivir en condiciones diferentes a las que están acostumbradas. Los pingüinos han sufrido muchas adaptaciones, ya que La Antártida ha cambiado en muchas ocasiones por las variaciones en el clima durante millones de años creando expansiones glaciares y fluctuaciones del hielo en el mar.

Aunque científicos de la Universidad de Delaware, a través de un estudio, han revelado que el clima del siglo XXI podría suponer una amenaza para las especies que habitan en las zonas polares del planeta. Siendo las poblaciones de pingüinos las más susceptibles.

Megan Cimino, la jefa del estudio, sacó a la luz la siguiente información: el 60% del hábitat actual de los pingüinos Adelaida en la Antártida podría no ser habitable para las colonias de esta especie a finales de siglo.

Después de usar datos de estudios de campo e imágenes de satélites, el equipo de investigación pudo reconstruir con mucha precisión 30 años de historia sobre las colonias de pingüinos. Así pudieron notar irregularidades en algunas colonias; en unas el número disminuía, en otras aumentaba y en otras se mantenía estable.

Sin embargo, pudieron notar que en las colonias que disminuían de número experimentaban climas nuevos o que no se habían presentado en mucho tiempo. Por esto se tomó la decisión de crear mapas y modelos estadísticos para ver la relación entre número de población y el clima para crear una proyección a finales del siglo.

Este cambio climático podría afectar a estas aves de dos formas: calidad y cantidad de alimento y lugares propicios para anidar.

Las temperaturas que aumentan afectan en gran medida a las presas principales de los pingüinos, lo que ocasionaría escasez de alimento y cambios en su dieta. El krill y los peces forman parte de su alimentación, lo que notaron los científicos fue que en algunas zonas ya comenzaban a escasear alguna de las dos cosas.

En cuanto a las zonas de anidación, se necesitan zonas con climas fríos y secos donde abunde el hielo para que sus crías puedan nacer. Si hay alteraciones atmosféricas, abundaría la lluvia y el hielo comenzaría a derretirse creando charcos. Si un pingüino deja un huevo no podría sobrevivir, y las pocas crías morirían de hipotermia porque sus plumas aun no son impermeables.

Después de estos resultados poco esperanzadores, los investigadores encontraron dos lugares clave donde podrían sobrevivir, que son los mares de Ross y Amundsen. Se cree que ambos ya fueron utilizados como refugio durante otros cambios.

Si bien, la ayuda de los países podría llegar tarde, Cimino recomienda mantener seguras estas áreas para que estas aves puedan seguir existiendo. Entre los cambios que se deberían hacer es establecer zonas marítimas protegidas y evitar que los pescadores trabajen por esas áreas. Esperemos que estas acciones sean tomadas y así se pueda evitar la extinción de estas hermosas especies.

Fuente: Noticias ONU