Las energías del mar vuelven a los niveles preCovid. Es la conclusión principal del Balance 2021 que acaba de presentar Ocean Energy Europe, la asociación europea de las energías oceánicas, que reconoce en todo caso que las restricciones derivadas de la pandemia han continuado afectando en una cierta medida a la actividad de las empresas del sector. Europa sigue dominando el escenario (en lo que se refiere a la energía de las corrientes). Sin embargo -apuntan desde la OEE-, en lo que respecta a la energía de las olas, cada vez son más los proyectos que afloran allende el Viejo Continente, «a menudo impulsados por significativos apoyos gubernamentales». Entre ellos, probablemente el programa más importante de impulso institucional a estas tecnologías sea el estadounidense, que en 2021 ha hecho la mayor apuesta jamás suscrita en ese país por las energías marinas: 200 millones de dólares (193 millones de euros). Europa sigue siendo en todo caso la región en la que el sector puede sentirse más y mejor acogido. El Informe OEE 2021 destaca especialmente los casos de España y Reino Unido.

España acaba de aprobar su Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y de las Energías del Mar. En ella fija un Objetivo 2030 muy concreto: sesenta megavatios de potencia en dispositivos en fase precomercial que el sector debe instalar en aguas españolas de aquí a esa fecha (energía undimotriz o de las olas; energía mareomotriz, o de las mareas). Según la Hoja, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España prevé además habilitar al menos 200 millones de euros hasta 2023 «para reforzar las plataformas de ensayo y ofrecer los mejores bancos de pruebas de nuevas tecnologías». España es el país de la Unión Europea con más bancos de ensayo para dispositivos de aprovechamiento de las energías marinas: BiMEP (Euskadi), Langosteira (Galicia) y la Plataforma Oceánica de Canarias.

La apuesta de Reino Unido es igualmente contundente. De hecho, ahora mismo es la primera potencia eólica marina de Europa y el país no comunitario con más bancos de ensayo para prototipos undimotrices y mareomotrices (tiene cinco, más que España). El Gobierno británico -explican desde OEE- ha lanzado una subasta de potencia renovable con apoyo específico (24 millones de euros) para proyectos de aprovechamiento de la energía mareomotriz, lo que representa la mayor inversión en esta tecnología y podría materializarse, según la OEE, en la conexión de entre 30 y 60 megavatios de potencia.

Más genérica, pero al menos indicativa del interés que ya suscitan estas tecnologías en el país, es la apuesta de Italia. El plan de recuperación y resiliencia que ha diseñado el Gobierno italiano en 2021 incluye un presupuesto de 700 millones de euros para el desarrollo de «tecnologías renovables innovadoras» y ahí se menciona explícitamente la energía de las olas. Y, por fin, estaría Francia, que está trabajando con el operador de red y los desarrolladores del sector en un mecanismo de apoyo para instalaciones marinas que aún no está definido pero que denota el interés que también hay en el país vecino por las energías del mar.

La Asociación estima que la energía undimotriz y la mareomotriz han atraído en 2021 setenta millones de euros de inversores públicos y privados (70 M€).

Según la OEE, desde el año 2010 han sido instalados en los mares y océanos del mundo casi 65 megavatios de potencia en diferentes dispositivos para el aprovechamiento de las energías marinas: 39,6 megavatios de potencia en corrientes (mareomotriz) y 24,7 en olas (undimotriz). Los números de 2021 son 3,12 megas en mareas y 1,39 en olas (en todo el mundo). En lo que se refiere específicamente a Europa, 2021 se ha cerrado con 2,2 MW en corrientes y 0,68 MW en olas. La conclusión en todo caso es que, tras la pausa 2020 por el Covid, que ha impactado muy duramente en las cadenas de suministro, el sector -apuntan desde la OEE- ha alcanzado en 2021 la velocidad de crucero de 2019.

Canadá, China y los Estados Unidos siguen siendo los principales mercados -allende Europa-, con mecanismos de apoyo gubernamentales «estables». La Ocean Energy Europe destaca singularmente el caso de los Estados Unidos, como se dijo. Australia, Chile y Japón también han sido en 2021 focos de desarrollo significativos fuera de Europa. Australia de hecho ha establecido todo un hito en este curso: ha puesto en marcha el primer ingenio para el aprovechamiento de la energía de las olas de gran escala (200 kilovatios, tecnología de columna de agua oscilante). Lo ha desplegado una empresa pública que busca con este prototipo un mercado muy concreto: el de las compañías suministradoras de electricidad.

Dentro del Viejo Continente, OEE destaca, como apuntamos arriba, los «importantes compromisos en materia de inversión» que han suscrito a lo largo de los últimos meses los gobiernos de Reino Unido, Italia y España. Sin embargo -se queja la Asociación-, las previsiones de nueva capacidad para Europa en 2022, aunque se mantienen estables, son «llamativamente débiles» si se comparan con los objetivos de la Unión Europea en materia de energía oceánica. A pesar de haber fijado un objetivo claro para 2025, la Estrategia de Energías Renovables en el Mar de la UE -lamenta la Asociación- sigue sin acelerar el despliegue a gran escala como se había previsto.

Balance Europa 2021

Hasta 2,2 megavatios de nueva potencia (en dispositivos de aprovechamiento de las corrientes) han sido instalados en 2021 en Europa, casi diez veces más que en 2020. El crecimiento estaba previsto, en todo caso, pues muchos proyectos en marcha habían sido suspendidos el año anterior como consecuencia del Covid. OEE estima que se producirá otro acelerón en torno al año 2025, cuando prevé que entre a operar una nueva generación de dispositivos.

Desde el año 2010, han sido probados en aguas del Viejo Continente dispositivos por valor de 30,2 megavatios de potencia. De ellos, hay ahora mismo 11,5 megavatios de potencia en operación, y 18,7 han sido desconectados tras haber superado con éxito su período de ensayos. Magallanes ATIR, dispositivo con eje horizontal para el aprovechamiento de las corrientes (desarrollado por una empresa gallega) ha sido repotenciado en 2021 (1,5 MW) y sigue su periplo de desarrollo y ensayos en Orkney (Escocia).

Olas

El sector de las olas ha triplicado sus registros en 2021 (en lo que se refiere a potencia instalada). Dispositivos de aprovechamiento de la energía undimotriz por valor de 681 kilovatios han sido puestos en marcha en ese ejercicio en aguas del Viejo Continente, lo que no deja de ser todo un hito, habida cuenta -destacan en OEE- del impacto del Covid, aún muy significativo, en las cadenas de suministro de todo el mundo. Según los datos que maneja la Asociación europea, desde el año 2010 han sido instalados aquí 12,7 megavatios de potencia undimotriz: 11,3 han sido desconectados ya, tras completar con éxito sus programas de pruebas; 1,4 megas están siendo ensayados ahora mismo en el agua.

Cinco ingenios undimotrices han sido desplegados en Europa en 2021, de cuatro tecnologías diferentes, lo que denota -apuntan desde la OEE- un saludable estado de la I+D en el sector. Según la Asociación, la diversidad es en todo caso fruto de los muy distintos recursos que persiguen las diferentes empresas que están desarrollando estas soluciones: olas en la costa o en altamar, climas suaves o extremos, etcétera, etc.

Escocia, los Países Bajos y la Península Ibérica son los grandes polos europeos de atracción de tecnología undimotriz, con varias instalaciones ejecutadas en 2021 y otras planificadas para los próximos años, lo cual se explica principalmente -apuntan desde OEE- por el creciente apoyo político en esas regiones, y los fondos públicos destinados al desarrollo de estas tecnologías (el apoyo a los ensayos de los dispositivos en condiciones reales ha sido en ese sentido muy positivo este año y debería seguir siéndolo hasta 2025, según la OEE y España se encuentra ahí muy bien posicionada, habida cuenta de sus varios espacios marinos de ensayo en condiciones reales: BiMEP (Euskadi), Langosteira (Galicia) y la Plataforma Oceánica de Canarias).

2022

OEE estima que el despliegue de dispositivos de aprovechamiento de la energía de las corrientes continuará a un ritmo constante en este año 2022 que ya nos lleva. La Asociación prevé la instalación de al menos 1,4 megavatios de capacidad este curso y, aunque el año que viene (2023) la capacidad total instalada podría ser inferior a ese 1,4, OEE adelanta que también en 2023 se desplegarán dispositivos, la mayoría, en aguas británicas y holandesas. Más allá de Europa, el parque global de generación mareomotriz podría sumar un megavatio más. Canadá -concreta OEE- seguirá avanzando con su proyecto piloto de Nueva Escocia y China instalará un dispositivo.

Europa

Según las estimaciones de OEE, en 2022 serán instalados en aguas europeas prototipos de aprovechamiento de la energía de las olas por valor de más de 2,8 megavatios de potencia, la mayoría de ellos ya a escala real y la mayoría de ellos en Reino Unido, España y Portugal.

Ocean Energy Europe (OEE) es la red de profesionales del sector de las energías marinas más importante del mundo. Cuenta con más de 120 organizaciones, incluyendo compañías eléctricas líderes, agentes de la industria e institutos de investigación. «Como organización sin ánimo de lucro, cada euro invertido en OEE es empleado -dice su tarjeta de presentación- en promover la industria de las energías oceánicas».

Fuente: Energy News.