El Gobierno Vasco, a través de la pieza, afirma que Euskadi está ante “un momento clave”, en el que “los gestos cotidianos marcan la diferencia”, e invita a un compromiso conjunto de empresas, instituciones y ciudadanía.
“Nuestras decisiones hoy marcarán nuestra realidad mañana”. Este es uno de los principales mensajes que lanza el vídeo ‘Tiempo de actuar’, mediante el cual el Gobierno Vasco quiere animar a la sociedad vasca a aplicar medidas frente al cambio climático en su día a día.
La iniciativa, que parte del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, cuenta con un vídeo dirigido a la sociedad vasca de 2050 en el que se analiza la situación actual en materia medioambiental. El Gobierno Vasco, a través de la pieza, afirma que Euskadi está ante “un momento clave”, en el que “los gestos cotidianos marcan la diferencia”, e invita a un compromiso conjunto de empresas, instituciones y ciudadanía.
El proyecto recuerda que “los gestos cotidianos marcan la diferencia” e invita a un compromiso conjunto de empresas, instituciones y ciudadanía
La pieza de vídeo se apoya en datos obtenidos por una encuesta realizada en 2021 por el Gabinete de Prospección Sociológica, en colaboración con las sociedades públicas Ihobe y EVE (Ente Vasco de la Energía). El estudio constata que la sociedad vasca es consciente de la gravedad del problema que supone el cambio climático, por encima ligeramente de la media europea (8,1 frente a 8,0).
Entre las conclusiones que se desprenden de este estudio, cabe destacar que la población vasca cada vez se ve más responsable y cree necesario modificar su modo de vida. 9 de cada 10 personas encuestadas asumen que deben renunciar a comodidades y consideran necesario reducir el consumo de energía para actuar frente al cambio climático.
La iniciativa ‘Tiempo de actuar’ repasa las principales inquietudes de la población vasca en esta materia, como el deseo de que se invierta más en acción climática, o la apuesta del 90% de la sociedad por aumentar los espacios verdes y el consumo de alimentos locales. De hecho, un 58% de la juventud vasca cree que la lucha contra el cambio climático es prioritaria sobre cualquier otra política.
De la encuesta también se desprende la buena acogida de medidas como el aumento de impuestos a los vehículos más contaminantes, apoyado por un 70% de la ciudadanía (que se eleva al 80% entre la juventud). También hay un convencimiento claro de que la sociedad vasca está a favor de las energías renovables, incluso con los inconvenientes que pudieran generar. De hecho, 3 de cada 4 personas están dispuestas a tener en su entorno cercano una instalación de renovable, como un parque solar o molinos de viento.
Hasta el 28 de febrero, se mantiene abierto el proceso de participación pública de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático
La nueva ley, en proceso de participación
Euskadi se encuentra inmersa en un momento clave; hace casi dos años declaró la emergencia climática, y en estos momentos se está trabajando en la Ley de Transición Energética y Cambio Climático. En concreto, el anteproyecto se encuentra en proceso de participación pública, y está abierto a aportaciones hasta el 28 de febrero a través del portal Irekia del Gobierno Vasco.
El objetivo de la ley es alcanzar la neutralidad climática en Euskadi a más tardar en el año 2050 y aumentar la resiliencia de su territorio al cambio climático, mediante una transición justa y sostenible, social, económica y medioambiental, que garantice la equidad y la solidaridad.
Entre las principales finalidades de la nueva ley, se incluye contribuir al cumplimiento de los compromisos internacionales sobre reducción de gases de efecto invernadero y la implantación de medidas de adaptación a los efectos del cambio climático. También estimular el proceso de descarbonización utilizando la transición energética en todos los sectores socioeconómicos vascos, además de aumentar la capacidad de adaptación del territorio y sus instituciones, de las empresas y de la sociedad.
La nueva ley fomenta el cambio a través de las energías de transición, la digitalización y colocando a las personas consumidoras en el centro del sistema energético, además de impulsar la capacitación de la sociedad y la armonización en ámbitos como la financiación, la fiscalidad o la investigación.
Fuente: Retema